lunes, 21 de septiembre de 2015

¿A dónde irías si quisieras desaparecer?

Camila bajó a la estación Aristóbulo del Valle, sacó su boleto y se desplomó en uno de los viejos bancos. Cerró sus ojos y disfrutó de la brisa primaveral que suavemente golpeaba su rostro. Que cansada se sentía. 
Faltaban solo unos meses para terminar el año y ya sabía que su balance sería negativo.  
En su cabeza dos deseos se iban alternando continuamente: volver a sentirse feliz y desaparecer. 
La bocina del tren la despertó de su ensoñación. Eran las 12:02 cuando todos comenzaron a subir dejando la estación completamente vacía. 

Al Belgrano Norte se lo reconoce por su color rojo y se caracteriza por su buen servicio pero sobre todo por tener siempre a alguien colgado en el estribo. 
Camila se lo toma todos los días. Cuando logra sentarse goza del paisaje, es que en tan solo 17 minutos puede admirar casi la mitad de la ciudad. 
12:19 el tren entró a la estación de Retiro. Cuando por fin frenó todos bajaron y comenzaron a caminar por el anden formando largas e interminables filas. Había hombres altos y bajos, mujeres gordas y flacas y niños rubios y morochos, pero ninguno de todos ellos era Camila.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario